Las peculiaridades de las bombas de desaladoras

La desaladora de Águilas es una infraestructura que aporta agua de calidad para complementar las demanda hídricas de la zona sur de la cuenca del Segura. Gracias a ella, se pueden reducir las extracciones de los acuíferos para así corregir la grave sobreexplotación de los recursos subterráneos. Como es lógico, se requiere un eficiente y periódico mantenimiento de habituales bombas de desaladoras, así como otros servicios.

Cuenta con una capacidad de producción de 60 hm³ anuales, ampliables a 70. De esta producción, 48 hm³ se destinan a regadío y 12 a abastecimiento urbano. Se trata de una actuación que beneficia a unas 130.000 personas.

Esta infraestructura ha sido diseñada siguiendo los más rigurosos criterios de eficiencia energética y respeto al medio ambiente. Asimismo, se ha dotado a la planta con la tecnología más avanzada.

Entre las singularidades técnicas de este proyecto podemos destacar:

  • Haber establecido el límite máximo de contenido en boro del agua en 0,5 ppm.
  • Instalación de dos unidades de filtros a presión fabricados en PRFV.
  • Uso de bombas de alta presión segmentadas en lugar de las habituales de cámara partida.
  • El uso de cámaras de intercambio de presión tipo DWEER.

Se necesita bombear agua de un tanque subterráneo

Aparte de las bombas de desaladoras habituales que se utilizan para bombear el agua de mar, se requieren de potentes bombas capaces de hacer fluir agua hacía un tanque de 4000 metros cúbicos que se encuentra bajo la superficie terrestre. Es un proceso muy importante ya que hace falta bombear el agua en un caudal y presión para el segundo proceso de desalinización. Se encuentran instaladas 13 bombas centrífugas verticales con una capacidad de  1,761 m³/h a 7 bares.

Como podemos observar, se trata de una gran infraestructura que requiere de un importante trabajo de mantenimiento preventivo y correctivo, así como una colaboración de calidad que de resultados impecables.